El impacto multiplicador, de alcance remoto e interoperable de las redes, las acciones cooperativas y la digitalización han influido en las funciones de adquisición, procesamiento, almacenamiento, visualización, recuperación, conservación y difusión de la información y del patrimonio bibliográfico.
Este nuevo escenario necesita nuevas políticas y alianzas para poder ofrecer respuestas; así como también, el bibliotecario debe adquirir una serie de competencias y actitudes basadas en lo flexible, lo social, lo adaptativo y lo interactivo. Así, con esta naturaleza camaleónica tendrán más posibilidades de sobrevivir gracias a su amplio conocimiento y su enorme base de experiencia que les permitirá adaptarse mejor a las nuevas y a veces abrumadoras circunstancias.
Por ello, los bibliotecarios de las escuelas secundarias de la Supervisión 10, Zona Este (Mendoza) se reunieron en la Escuela 9006 "Prof. Francisco H. Tolosa" con el fin de reflexionar y perfilar su rol mediante funciones híbridas que combinen sus tareas tradicionales con otras inherentes al uso de las TIC para mejorar su quehacer cotidiano y brindar, de esta manera, una mejor atención al usuario actual .
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De izq. a derecha: Estela Domínguez (Esc. 4192), Rosana Golbano (Esc. 4243), María Fernández (Esc. 4251) y Lorena Tobares (Esc. 4236).
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Adelante, de izq. a derecha: Miriam Giménez (Esc. 4134), Carolina Cañadas (Esc. 9006), Bettina Di Blanco (Directora Esc. 9006), Elizabeth Martínez (Supervisora Sección 10), Analía Garay (Esc. 4094) y Claudio Sánchez (Esc. 4208).Por ello, en primer lugar, es el propio centro educativo el que debe considerar la necesidad de romper con ciertas premisas vinculadas a la cultura impresa y tomar conciencia de los aspectos caducos y determinar con argumentos sólidos las bases teóricas necesarias para configurar con sentido las nuevas dinámicas en el quehacer de la Biblioteca escolar, considerando el contexto específico del propio centro. Todo lo expuesto, implica necesariamente el enriquecimiento del perfil profesional del responsable de la Biblioteca escolar y la implicación del profesorado en el quehacer de la Biblioteca, así como los apoyos y coberturas que ésta ha de recibir de la administración educativa.
. Así, en este primer encuentro se propone gestar un espacio y un tiempo que permita la presentación personal de cada participante y un diagnóstico sobre la Biblioteca y el perfil de bibliotecario que predomina en las actividades cotidianas de cada Biblioteca Escolar. Luego, se profundiza en la participación de una situación hipotética que ocurre en la Biblioteca y que, para su solución, se necesita poner en juego habilidades híbridas de resolución; es decir la combinación de acciones tradicionales con otras relacionadas con el uso de las TIC. Como cierre de esta fase, se realizará una puesta en común y se propondrá llevar a cabo un “desafío hibrido” en las respectivas Bibliotecas escolares, a partir de la elección de cinco situaciones dadas (afiche de promoción de colección de libros, cartelera escolar, digitalización de material impreso, armado de ludoteca, audiocuentos) y que, para su puesta en práctica, requerirán acciones tradicionales y otras vinculadas con el uso de dispositivos tecnológicos y productos en formato digital; incluyendo, además, la posibilidad de acceder a ellos por vía online (uso de Internet, Drive y códigos QR).
En el marco de un encuentro posterior, se realizará una puesta en común, desde un intercambio fructífero entre los bibliotecarios participantes, considerando la diversidad de miradas, formaciones y trayectorias a partir de los resultados obtenidos con el desarrollo de los “desafíos híbridos” elegidos. Asimismo, esta instancia contempla la capacitación destinada a publicar las experiencias en las respectivas plataformas institucionales; favoreciendo la formación continua en ámbitos reflexivos y tendientes a la transformación de las prácticas bibliotecarias híbridas.
Para finalizar, hay varias situaciones que echan para atrás a las personas a la hora de emprender, como son el miedo al fracaso y a lo desconocido, los sistemas rígidos y la burocracia organizacional, la falta de apoyo y oportunidades o el temor a la opinión de los demás. Aun así, podemos decir que hacen falta dentro de las Bibliotecas personas emprendedoras, o mejor expresado “INprendedoras” cuyas actitudes y características logren un cambio desde lo más profundo o desde lo Interno de cada institución. Ser INprendedor dentro de la Biblioteca no es una nueva denominación de un puesto, ni una nueva profesión… Ser INprendedor es una actitud.
“Un INprendedor no tiene miedo al futuro porque es allí donde pasará el resto de su vida”.